jueves, 5 de noviembre de 2009

SOBRE TODO CUANDO NO ESTAS

«Conozco a una mujer que no se mete con nadie. Excepto conmigo, claro. Aunque cuando lo hace, sólo es para hacerme feliz ».

Los cinco minutos de fiaca antes de arrancar.
Cortarme la cara al afeitarme
casi todos los días
para estar suavecito para vos.
Mi ansiedad desmesurada.
Mis proyectos de relatos, poemas y canciones.
Las películas de Woody Allen,
los libros a los que jamás doy una oportunidad.
Mis libros de Bukowski,
una y otra y otra y otra vez.
Mis fallidos intentos por ser gracioso,
tus carcajadas cuando lo soy
sin habérmelo propuesto.
Tus sobres de cartas,
tus apuntes mentales, tus amigos.
Mis dos amigos.
Mis manos frías en tu espalda.
Tus pies tibios sobre los míos.
Tu paciencia,
mis estados de ánimo imposibles.
Tus lágrimas en mi hombro
una y otra y otra y otra vez.
El vínculo entre la letra y el papel.
Por fin poder decir siempre la verdad.
Las velas, los sahumerios,
las mismas tres o cuatro recetas.
Tus ganas de que sea yo quien te proteja.
Mis deseos de creer que lo consigo…
Mi pequeño y yo alimentando patos en la plaza.
Vos sonriendo.

¿Sabés?
Pienso en eso cada día.
Cuando me ato los zapatos,
cuando subo al colectivo hacia el trabajo,
mientras cuento cada minuto
de esas 9 horas de tortura.
Cuando me cepillos los dientes.

Cuando giro en la cama y no estás.
Sobre todo cuando no estás…
Como ahora,
por ejemplo.

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